Los olvidados de la crisis

Anoche, el programa Aragón a debate, de la cadena autonómica aragonesa, puso sobre la mesa el tema de los olvidados de la crisis y el papel de los servicios sociales. Complicado resulta que la labor de éstos sea eficaz, si el número de trabajadores sociales contatados es ínfimo. En los barrios rurales de la ciudad de Zaragoza, este profesional acude una vez a la semana. En las comarcas de Aragón, por su parte, varios municipios comparten al mismo trabajador social. Y así, tarde y mal se podrá intervenir en la problemática de carácter social de la población. Es más, ahora, hay crisis pero la bonanza económica tampoco llegó a las personas que viven en la exclusión social, permanentemente. Ciudadanos que subsisten con ayudas de urgencia, que tardan meses en llegar, o con prestaciones como el Ingreso Aragonés de Inserción. Ayudas asistencialistas que no acaban con la pobreza cristalizada; quien nace pobre, morirá pobre. Hoy comienza en Zaragoza el Congreso de Trabajo Social, denominado "Sentido y sentidos". Una profesión invisibible, nada valorada desde las administraciones, pero tan necesaria en el día a día, más aún en momentos económicos como el actual, en el que personas que nunca se habían visto en esa tesitura, tienen que recurrir a los servicios sociales. El Congreso debería extraer conclusiones que pongan solución a la situación laboral de los trabajadores sociales. Una profesión con altos índices de desempleo, que aún así tiene matriculados, en la Universidad de Zaragoza, en el curso 2008/09, a 825 estudiantes. ¿Esto es un sistema universitario de calidad? Por otra parte, resulta curioso que los responsables políticos de áreas sociales, tanto a nivel central, autonómico como local, no tengan formación relacionada, y sean abogados o economistas. Y por último, ¿por qué no se contratan más trabajadores sociales? Seguramente porque el ámbito social no es lucrativo y no interesa.